sábado, 9 de enero de 2010

El PP es el problema y no el mal menor, sino el mayor

Editorial de Luis del Pino extraído de Libertad Digital

El valor de la palabra
9 de Enero de 2010 - 15:24:00 - Luis del Pino
Entradilla al programa "Sin complejos" del sábado 9 de enero

El 30 de enero de 2009, semanas antes de las elecciones gallegas, Alberto Núñez Feijóo era entrevistado por Federico Jiménez Losantos en la cadena Cope. En esa entrevista, y a preguntas de los oyentes, el entonces candidato a presidir la Xunta de Galicia adquirió cinco compromisos concretos:

•que en enseñanza infantil los padres elegirían en el 100% de los casos el idioma de la enseñanza
•que en los niveles educativos superiores, se preguntaría a los padres en qué idioma preferían las asignaturas troncales y que esa consulta sería vinculante, aclarando que por asignatura troncal se entendía aquélla que dispusiera de libro de texto.
•que esa pregunta a los padres se realizaría de cara al nuevo curso escolar 2009 - 2010.
•que los niños podrían usar el idioma que prefirieran en la clase, incluyendo en sus comunicaciones con el profesor y en los exámenes
•que derogaría el decreto de normalización promulgado por el bipartito en sus primeros cien días de gobierno
El 28 de abril de 2009, después de las elecciones y ya como nuevo presidente del gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo volvió a acudir al programa de Federico Jiménez Losantos para una nueva entrevista. En esa segunda ocasión, repitió otra vez sus compromisos electorales, con la única matización de que la solución que adoptara tendría que tener en cuenta las peculiaridades demográficas de Galicia, que imponen que en algunos colegios sólo existe un aula por curso, lo que hace inviable separar a los alumnos por lengua.

Además, en esa segunda entrevista adquirió un sexto compromiso: que a la hora de elaborar el nuevo decreto, hablaría con las asociaciones, haciendo una mención especial a Galicia Bilingüe, de quien dijo que era una asociación que defendía "un bilingüismo razonable".

Sin embargo, con el correr de los meses, fue quedando de manifiesto que, como decía Tierno Galván, "las promesas electorales están para no ser cumplidas".

La primera bofetada a aquéllos que creyeron en las promesas de Feijóo en materia lingüística fue el nombramiento de Anxo Lorenzo, un partidario de la imposición del gallego, como nuevo Director General de Política Lingüística. En lugar de nombrar a alguien partidario de aquello que él mismo había denominado "un bilingüismo razonable", Núñez Feijóo nombraba a una persona partidaria de todo lo contrario.

El segundo desplante sería el incumplimiento de su promesa de derogar el decreto anterior de normalización en sus primeros cien días de gobierno.

El tercer incumplimiento fue el permitir que el curso escolar 2009 - 2010 comenzara sin haber alumbrado aún la nueva normativa.

Sólo hubo un signo positivo en esos meses, y es que gobierno gallego efectuó una consulta a los padres para saber qué lengua vehicular preferían en la enseñanza. El resultado de aquella consulta no pudo ser más claro:

•En educación primaria, el 54,6% de los padres preferían que el idioma vehicular exclusivo o mayoritario fuera el castellano, frente al 18,3% que preferían el gallego y un 26,6% que se inclinaban por las dos lenguas en igualdad.
•En educación secundaria, el 48,5% de los padres preferían que el idioma vehicular exclusivo o mayoritario fuera el castellano, frente al 27,5% que preferían el gallego y un 23,6% que se inclinaban por las dos lenguas en igualdad.
Pese a estos resultados, el pasado 30 de diciembre por la tarde, con nocturnidad navideña, el gobierno gallego dio por fin a conocer el borrador de nuevo decreto. Y en él, lejos de atenerse a la voluntad individual de cada padre (que sería lo legal, para respetar los derechos constitucionales y sus promesas electorales) y lejos también de atenerse a la voluntad mayoritaria de los padres consultados, el gobierno gallego establece lo siguiente:


•donde único podrán elegir los padres cuál es el idioma de enseñanza es... en preescolar. Aunque, en lugar de poner aulas en gallego y en castellano lo que se hará es imponer en cada aula el criterio mayoritario.
•en educación primaria y secundaria sólo se podrá elegir idioma para Matemáticas o para Ciencias Sociales, siendo la otra asignatura obligatoriamente en el idioma contrario.
•el resto de las asignaturas, troncales y no troncales, se dividirán equilibradamente entre el castellano, el gallego y el inglés, pero quien elegirá qué asignaturas se imparten en cada idioma será el consejo escolar, con lo cual se abre la puerta para que se repita la misma historia que en Cataluña ha terminado por llevar a que se cubran las horas de castellano con las clases de gimnasia.
•en bachillerato, formación profesional y enseñanzas artísticas y deportivas, se deja a los consejos escolares libertad para determinar la oferta lingüística.
•en sus comunicaciones con el profesor y en los exámenes, los niños podrán usar cualquier idioma, pero las asignaturas que se den en gallego tendrán el libro de texto en gallego.
•en todos los centros escolares y en la administración educativa se promoverá y fomentará - y estoy citando textualmente - la lengua gallega y su uso tanto oral como escrito, en todas las relaciones mutuas e internas y en todas las relaciones con las administraciones territoriales y locales gallegas y con las demás entidades públicas y privadas de Galicia.
•en todos los centros educativos habrá lo que se denomina un "equipo dinamizador de la lengua gallega", formado por representantes de los profesores, de los padres, de los alumnos y del personal no docente. Por supuesto, se pueden ustedes imaginar quiénes se van a hacer con el control de esos “equipos dinamizadores del gallego” en los colegios.
•ese equipo dinamizador de la lengua gallega dispondrá de un coordinador al que se le reconocerá la misma categoría que a un jefe de departamento docente. Es decir, que en cada centro habrá un comisario lingüístico encargado de impulsar la "normalización" del gallego, figura que ya introdujo el gobierno bipartito de socialistas y nacionalistas. Ese comisario lingüístico ni siquiera tiene por qué ser un profesor.
•las decisiones de los consejos escolares sobre distribución de horas en uno y otro idioma se reflejarán en un "proyecto lingüístico de centro" que será redactado por una comisión de la que forman parte el comisario lingüístico del centro, el cual puede llegar a tener (en determinados casos) el voto decisivo.
En resumen, estamos ante una nueva versión del anterior decreto promulgado por socialistas y nacionalistas, aunque ligeramente atenuado.


Si este decreto es aprobado finalmente, Alberto Núñez Feijóo habrá incumplido sus promesas electorales y habrá engañado a sus votantes. Y las habrá incumplido de la cruz a la raya:

•ni derogó el anterior decreto en sus primeros cien días de gobierno
•ni el nuevo sistema está en vigor en el curso 2009 - 2010
•ni los padres van a gozar de libertad total de elección en educación infantil
•ni los padres van a poder elegir la lengua vehicular de enseñanza en educación primaria y secundaria
•ni los niños van a poder usar libros de texto en castellano en todas las asignaturas
•ni tampoco se ha dignado el presidente gallego a reunirse con Galicia Bilingüe en los meses que lleva en el Gobierno.
El único aspecto positivo que cabe resaltar es que estamos, todavía, ante un simple borrador de decreto. Todavía existe, por tanto, margen para la rectificación.


Así que me voy a permitir hacer una apelación desde estos micrófonos a don Alberto Núñez Feijóo. Puesto que estamos ante un borrador de decreto, espero, don Alberto, que rectifique usted de plano y que, cuando el texto definitivo vea la luz, ese texto cumpla escrupulosamente las promesas que en su día hizo, cuando era un simple candidato a presidente gallego.

De lo contrario, don Alberto, cualquiera podrá decir, con toda la razón del mundo, que la palabra de Alberto Núñez Feijóo no vale absolutamente nada.

viernes, 1 de enero de 2010

El PP cierra el año traicionando a sus votantes

Noticia extraída de Libertad Digital.

Núñez Feijóo devolvió la Xunta de Galicia al PP el pasado 1 de marzo entre promesas de regeneración democrática y, sobre todo, de extensión de las libertades civiles y lingüísticas a todos los ámbitos de la sociedad y especialmente al educativo. Los escándalos de gastos suntuarios con cargo al erario público por parte de los altos dirigentes socialistas y nacionalistas crearon el caldo de cultivo para lo primero y la rebelión ciudadana encabezada por Galicia Bilingüe –y personificada en la figura de Gloria Lago–, para lo segundo.
Pocas veces un compromiso electoral se formuló de manera tan clara, explícita y reiterada por parte de un político: derogación del decreto de política lingüística del PSOE-BNG durante los primeros 100 días de Gobierno y libertad de elección de la lengua en la enseñanza obligatoria. Promesas que repitió a los pocos días de ganar las elecciones al declarar que su objetivo era "promocionar y proteger el gallego bajo un marco de libertad lingüística, y no de imposición" y anunciar el fin de las Galescolas bajo la premisa de que no quería "imposición lingüística de ningún tipo"; y a principios de abril, cuando reafirmó sus compromisos bajo la proclama de que iba a "restaurar los derechos civiles de los gallegos" y de que ajustaría su política lingüística "a la opinión de los padres".
Pero ni a los 100 días derogó el decreto de política lingüística (más bien pervirtió su promesa nombrando a un conocido defensor de la imposición del gallego, Anxo Lorenzo, como responsable de Política Lingüística de la Xunta), ni el nuevo decreto que debía restaurar la libertad de elección de la lengua ha sido otra cosa que un enjuague con el que camuflar su flagrante y masivo engaño a los electores gallegos.
De las tres medidas en que debía concretarse esa liberalización educativa –autonomía parental para escoger la lengua en las troncales, casilla vinculante en el sobre de matrícula y libre expresión del alumno en clase– sólo la tercera aparece de una manera difuminada en el borrador del nuevo decreto (ya que no habrá libertad para utilizar los libros de texto en el idioma preferido por el alumno). En su lugar, Feijóo ha optado por imponer una enseñanza trilingüe en castellano, gallego e inglés como señal de pluralismo y diversidad: se ha trocado la libertad de elección por la coacción de un "equilibrio" precocinado.
Parece que en el nuevo PP no han terminado de entender que libertad consiste en no coaccionar a los individuos a la hora de adoptar sus decisiones y no en imponerles el menú lingüístico que el planificador de turno considera óptimo para una determinada sociedad. Así de simple: de lo que se trataba era de ampliar el rango de opciones de los padres y de los alumnos, no de predeterminarlo a una única opción donde todas las lenguas estén proporcionalmente representadas.
No sabemos si Feijóo mintió deliberadamente a sus votantes cuando realizó las promesas anteriores o si ha sido incapaz de resistir a las presiones de los nacionalistas. Pero en cualquiera de los dos casos, por falta de voluntad y de capacidad, ha incumplido la que sin lugar a dudas fue su principal promesa electoral. Tal y como ha declarado Gloria Lago sobre Feijóo en esRadio: "Este señor nos ha engañado y se ha aprovechado de la ilusión de unos padres que han trabajado y se han arriesgado".
Así cierra el año el PP, renunciando a una de las principales señalas de identidad de todo partido liberal-conservador: la defensa de la libertad como principio rector de una sociedad, también en la enseñanza. Lo peor es que no parece haber sido un error, sino una consolidada estrategia dentro de la formación política. Desde Elche, liberales y conservadores sobran; de ahí que Rajoy desee para el año que viene la misma deslealtad que ha ofrecido a sus bases en 2009.