jueves, 4 de julio de 2019

La Amenaza del acuerdo Fantasma y el caso Federico




Antecedentes: En las últimas elecciones municipales y autonómicas ningún partido obtiene mayoría absoluta, siendo necesario para formar gobierno los votos de al menos tres de ellos. Manifestada la disposición de PP y VOX para negociar un acuerdo con CS que lo permita, este último se niega, veta el más mínimo acuerdo con VOX y, a pesar de ello, reclama sus votos con la amenaza de permitir el gobierno de socialistas y comunistas en caso contrario. Periodistas y PP hacen suya la extorsión a VOX y la ocultan llamándola "acuerdo entre éste y CS"

Todas las emisoras de radio y televisión con sus respectivos presentadores, comentaristas y reporteros salvo honrosas y escasas excepciones, todos los partidos, sobre todo PP, todos, Establecen, difunden y repiten contínuamente y a todas horas la misma consigna falsaria y demagógica contra VOX.
Todas y todos hablan y hacen referencia al ilusorio e inexistente "acuerdo entre VOX y Ciudadanos. Dicen todos estos listos:
 "A la espera de que Vox y Ciudadanos lleguen a un acuerdo...", "si finalmente VOX y Ciudadanos se ponen de acuerdo...", "Cada vez más lejos el acuerdo entre...", etc, etc.O sea, que según esta invención, VOX y Ciudadanos estarían inmersos en la consecución de un supuesto acuerdo para la resolución de los gobiernos autonómicos y municipales que PP y CS pretenden ocupar.
  Sin embargo, la realidad es que no existe ningún tipo de negociación para alcanzar ningún tipo de acuerdo entre estos dos partidos. A pesar de ello, periodistas y PP aluden a un imaginario acuerdo que VOX y CS no terminan de alcanzar.
Y no existe ni acuerdo ni negociación alguna para alcanzarlo, porque uno de los actores, CS, manifiesta su expresa voluntad de ello. ¿Cómo es que a pesar de esta voluntad explícita de no negociar acuerdo en absoluto por parte de CS, los periodistas y PP siguen aludiendo a él, su término y su consecución?
  No se ha visto mayor desfiguración de la realidad para la manipulación de los ciudadanos desde que PNV hablaba de violencia... "tanto de unos como de otros". Aquí ocurre algo parecido. ¿VOX y CS no se ponen de acuerdo? Vamos a verlo.
¿Es que hay algún tipo de negociación en curso entre CS y VOX para alcanzar algún acuerdo al que quepa llegar?
¿CS ha manifestado siquiera alguna sombra de pretensión de acuerdo con VOX?
¿Existe la más mínima discusión o polémica alguna entre CS y VOX  acerca de la conformación o programa de gobierno en Madrid o Murcia?
La respuesta es no, no y no.
¿Es que CS manifiesta y mantiene su voluntad de no pactar, ni dialogar ni alcanzar acuerdo alguno con VOX para conformar gobiernos y programas? Sí, exactamente eso.
Entonces, sin no hay ni negociación ni diálogo para alcanzar acuerdo, ¿por qué todos estos demagogos o idiotas desfiguradores de la realidad se refieren a su inexistencia como resultado de un desacuerdo entre ambos?
Lo que hay es la voluntad de un sujeto de estorsionar a otro, y la voluntad del otro por no someterse a la extorsión del uno (sin h).
¿Y todo el revuelo en los medios de manipulación, partidos y comentaristas acerca del papel de VOX en el "acuerdo fantasma"? Si VOX no tiene arte ni parte en el acuerdo fantasma que nadie discute ni negocia, ¿De dónde viene entonces este revuelo de gallinero histérico involucrando a VOX?
Por la mañana, por la tarde, por la noche, por activa, por pasiva, explícita e implícitamente, en todas las formas posibles, no dejan de aludir a dicho papel de VOX. "VOX no llega a un acuerdo con CS", "si VOX no alcanza un acuerdo con CS", etc.
Una horrorosa desfiguración en dos pasos o impulsos:
1) Pues resulta que todos los requerimientos y demandas de este revuelo para que VOX haga tal o haga cual provienen de esos comentaristas y periodistas, sin conexión alguna con la realidad más que su particular designio y personal deseo.
Resulta que un acto explícito y puntual de CS como es el de vetar cualquier acuerdo con VOX y reclamar sus votos para formar su gobierno, se transmite elásticamente a multitud de terminales, periodístas y políticos, que propagan y amplifican la demanda con acusación de responsabilidad en caso de no someterse a la extorsión.
2) "Acuerdo" entre ambos viene a transmutarse en sometimiento de VOX y entrega de sus votos. Esto es, cuando se alude al fantasmagórico "acuerdo" de VOX, implícitamente está significándose que los diputados de VOX voten el gobierno que CS les impone, en conjunción y por mediación de partidos y periodistas.
Aceptar el supuesto del enunciado de "no haber acuerdo", "no alcanzar acuerdo" entre VOX y Ciudadanos es una monstruosa desfiguración de la realidad, porque dicho enunciado remite implícita e inmediatamente a la responsabilidad mútua de VOX y CS, no sólo a la no consecución del fantasmagórico "acuerdo" inexistente, sino a las consecuencias de la no existencia de acuerdo.
  Esta actitud de falsa equidistancia, neutralidad, objetividad, con total desvergüenza remite a VOX la responsabilidad de no haber acuerdo entre partidos, y con su cerrilidad, impedir un gobierno de PP-CS provocando activamente el de socialistas y comunistas. Responsabilidad de VOX, cuando lo único que tiene que hacer es aceptar la extorsión, entregar sus votos y hacerse transparente. Es decir, cambiar su naturaleza y hacerse transparente para que tenga lugar la transferencia de los votos de los ciudadanos que le votaron e ir a parar a PP y CS, ¡y sólo porque a CS le da la gana!
  En esta demagogia y desfiguración de la realidad, el que menos delito tiene es el desvergonzado CS, que con cinismo espantoso y digámoslo también, ridículo grotesco, plantea la extorsión, pero que no la oculta. Entiéndase, una cosa es la extorsión y otra la desfiguración de la extorsión bajo el fantasmagórico "Acuerdo" (CS nunca alude a él). A continuación, los periodistas que ocultan la extorsión bajo el "Acuerdo Fantasma".
Y por último y el peor y más insidioso, el PP, afectando inocencia e indiferencia, cuando es el vértice donde se apoya la palanca de la extorsión y sin el cuál no se puede dar, ocultándola, además, bajo la amenaza del "Acuerdo Fantasma". "Estamos esperando a ver si CS y VOX llegan a un acuerdo", dicen los tíos caras, en lugar de decir la verdad: "PP y VOX estamos esperando a ver si CS se decide a alcanzar un acuerdo de gobierno con nosotros". Digo verdad en el sentido de lo que debería ser y es para VOX, porque para PP, la verdad y la realidad es el engaño taimado y pueril a VOX. Si CS manifiesta no admitir ningún tipo de acuerdo con VOX, ¿Por qué PP no pacta gobierno con VOX e "invitan" a CS a votarlo?
  ¿Y qué pasa con Federico Jiménez losantos? ¿Es que no desfigura la realidad con el "Acuerdo Fantasma"? ¿Es que no transmite la extorsión de CS? Es que Federico JL merece mención aparte, porque desfigura, transmite, estorsiona  todo a la vez. Aún más, Manipula sentimentalmente con insultos ridiculizantes y poses de indignación afectada, se hace intérprete de la voluntad de los ciudadanos usurpándola para acomodarla a sus privados designios, cual fraudulento Pontifex Maximus de la divinidad, ¡Y sin mediar un mísero sacrificio u observación de agüero alguno! ¡Qué cara tiene el tío! 
  Lo que pasa es que este miserable insultón, sin renunciar a la más fina máquina del "Acuerdo Fantasma", recurre a la extorsión directa y, más que mención aparte, merece artículo aparte. Porque entre las campañas de demagogia, manipulación y difamación, ésta que está llevando contra VOX para que se pliegue a su voluntad y sus designios es de las más bárbaras, insidiosas y desvergonzadas que ha perpetrado. Ni la que dio contra UPyD, o la de "Maricomplejines" para despenalizar las felonías del PP o la de "Operación Blanqueo del PP" llegaron al nivel de abyección del alcanzado con ésta. Incluso amenaza a VOX con que ¡los ciudadanos no le van a volver a votar para los restos! ¡Y si se atreve a no hacer lo que él dice va a desaparecer! Claro, porque el lo sabe y él lo manda. La soberbia de este personaje ha alcanzado niveles proverbiales y aspecto siniestro. Sospechamos que sus intereses económicos evidentes en cuanto a impuestos personales y empresariales no debe de estar muy lejos del primer lugar en sus motivaciones tanto para el sostenimiento de esta campaña, como de la actitud desquiciada e histérica.
Finalmente, ante este tremendo artificio demagógico contra los ciudadanos cabe preguntarse: ¿se dejarán manipular y se moverán en la dirección a que se les impele? Pues a esta pregunta, hay tantas respuestas como indivíduos y sólo cada cuál tiene la respuesta. Lo primero que tendrá que ocurrir es que se den cuenta y, dependerá, ocurra o no, de sus raíces y su peso o gravedad, que es lo contrario de liviandad y frivolidad. El vendaval de demagogia sopla con fuerza ciclónica y los ciudadanos serán arrastrados por él o se aferrarán a sus principios y su buen sentido.