domingo, 15 de diciembre de 2013

Indultos encubiertos para la ETA II. Corruptos y corruptores.

 
Indultos en serie para feroces criminales en serie, al final lo hicieron, lo están haciendo. 
   A pesar de los muchos avisos y amenazas, lo que con los últimos restos de mi ingenuidad creí que no se atreverían a hacer, con la desvergüenza y cinismo que les caracteriza y el valor y atrevimiento que les falta para defender a la nación, lo están haciendo.

   Hace algunos años, Zapatero y Rubalcava, en delito flagrante y alevoso, se hicieron cómplices de la banda del crimen organizado en España liberando a uno de sus asesinos en serie y saboteando la detención de su aparato de extorsión (caso Faisán). Además, con el agravante de ser estos chicos titulares en ese momento de las más altas magistraturas del Estado, detentando el poder público constituido, precisamente, para lo contrario, como rezaba su juramento de investidura, traicionando el tal juramento y, peor, a la nación y a los ciudadanos en cuya representación lo tenían, han perpetrado el delito de colaboración con banda armada (complicidad diría yo) y de traición.
 
   Con ocasión de la liberación de "José Ignacio De Juana Chaos" por parte de Zapatero, hace unos años escribía las siguientes consideraciones que ahora se extienden sin ningún tipo de atenuante ni disculpa ni distinción a Mariano Rajoi. Entiéndase, donde dice Zapatero, póngase Rajoi, o ambos, pues sus fechorías son indiscernibles, excepto por cuestiones de estrategia metodológica, que para el caso, no nos importan lo más mínimo. Bueno, si cabe, aplicándole al pollo la doctrina de crímenes acumulativos que él se niega a hacer valer, su fechoría es muy mayor aunque sólo sea por el número.

http://robustus.blogspot.com.es/2007/03/el-presidente-del-gobierno-concede.html

Ahora, Rajoi y sus secuaces, liberando primero al monstruoso criminal Bolinaga (en nada mejor que Jack el destripador) y después, en un espantoso aquelarre de infamia, vileza y abyección, liberando en masa a sus compañeros asesinos, mimetizándose con el infausto Zapatero, se hace igualmente cómplice en sus crímenes de éste, y por lo mismo, de aquellos.
 
  Estos delitos de traición y colaboración con banda criminal se hacen más execrables y repugnantes, porque en su comisión han tenido que corromper multitud de instituciones que, en el grado que les corresponda, se hacen cómplices y responsables y, por tanto, acreedores de las condenas moral y jurídicas correspondientes. Además, es que se equivocan estos listillos. Porque si se piensan que pueden corromper la justicia del estado en que se basa la convivencia sin que pase nada, es que están muy equivocados y no han aprendido nada de la historia. Por eso quizá, aunque resulta público y evidente, se empeñan en mantener un discurso tan cínico como falsario y mentiroso en la esperanza de tranquilizar a quienes quieran creer y proporcionar pseudorazones de diverso pelaje a quienes desean no ver. Si no fuera tan grave la cosa, es que daría risa el cinismo y la insuficiencia con la que se desenvuelven estos aprendices de brujo.
 
  Por último, si para perpetrar estos crímenes de lesa patria han tenido que corromper las instituciones del estado (Cortes, juzgados, policía, medios de comunicación), quizá el peor de sus crímenes sea la corrupción moral de los ciudadanos haciendo que lleguen a ver estos comportamientos como cosa normal, o benéfica, o como un mal natural o cósmico, en el sentido de una plaga egipcíaca o una catástrofe telúrica. Cosa curiosa, por cierto, esta la de la corrupción ciudadana que, por una parte, en sus vidas cotidianas son en lo personal de una altísima moralidad, muy sensatos y perspicacísimos e incluso muy buenas personas, en el ámbito social y político, como mister Hyde, se transforman, y disculpan, justifican y aun alientan estos crímenes horribles que ellos jamás harían ni soportarían en sus vidas privadas, supongo. Da pena pensar que en las próximas elecciones habrá todavía millones que encuentren razones para volverles a votar.

   Históricamente habrá de pagar sus crímenes esta canalla que compromete el futuro de la nación haciéndola soportar esta descomposición constitucional, democrática  y moral. Veremos hasta dónde llegan, pues, como cánceres enloquecidos en metástasis, no se detendrán en nada hasta que acaben con el organismo que parasitan.

1 comentario:

Odiseo dijo...

Pues eso. Que la responsabilidad del gobierno de la nación en los hechos es evidente, con premeditación y alevosía. Y de nada les va a servir intentar engañar con subterfugios y fraudulentas justificaciones, más desvergonzadas que audaces, tan retorcidas como falsarias. La desvergüenza de este Rajoi, que perpetra una felonía y le hecha la culpa a otro, es tan desmesurada, que alcanza y sobrepasa a la de Zapatero, si es que esto es posible.