En la corrupción del lenguaje aparejada a la de los conceptos (instrumentos con los que aprehender la realidad), de un tiempo a esta parte se ha introducido la detestable moda de adjetivar una palabra fundamental y su concepto, desvirtuándolo, emborronándolo y al cabo alterando su significado: es el de "soberanía". Ahora se usa continua y ridículamente la expresión "soberanía energética", cambiando por completo el significado de la palabra por el de "independencia". Es completamente ridículo y erróneo atribuir a la palabra "soberanía" el significado de "independencia", que es lo que se obliga a entender cuando se usa la malhadada expresión.
Algunas definiciones y sentidos extraídos de la red:
- "Soberanía": Poder político supremo que corresponde a un Estado independiente.
- Usualmente la entendemos como la autoridad suprema en un territorio. En una monarquía soberana, por ejemplo, nadie tiene autoridad sobre el rey, ni siquiera el papa, el emperador, los señores feudales, o el pueblo.
Esta mutación de significado y uso no es sólo errónea y ridícula (además de denotar la ignorancia y embrutecimiento del que la usa), sino que es muy dañina porque hace desdibujarse y desaparecer el concepto fundamental de su verdadero significado. Soberanía es el derecho a la propiedad sobre una nación, de ahí se le adjetivó, ahora sí, legítimamente y pasó a ser "soberanía nacional", al pasar este derecho de ostentarlo una persona (el soberano) a una sociedad, la nación. Soberanía es algo así como el derecho que se adquiere con la mayoría de edad: una persona decide por sí lo que le atañe sin necesidad de someterse a la voluntad de nadie. Digamos que una persona mayor de edad "hace lo que le da la gana", incluso delinquir o suicidarse, sin someterse a la voluntad de nadie, ni siquiera a la de Dios (para los creyentes). El hombre es intrínsecamente libre, su libertad es radical, como nos enseñó Ortega y Gasset. Las naciones soberanas hacen lo que les parece sin someterse a ninguna otra instancia, ya sea declarar guerras, constituirse políticamente como quieran, tener las políticas económicas, sociales, medioambientales, educativas, y, sí, energéticas, que les den la gana.
Si se desvirtúa y corrompe el concepto de soberanía, ésta desvirtuación y corrupción afecta y se extiende al de "soberanía nacional", base de la libertad democrática (según la entendemos hoy), la unidad nacional y aun la propia existencia de la nación. Y como esta soberanía nacional y existencia está siendo atacada ferozmente en la actualidad por agentes internos, esta corrupción del concepto es una erosión más, entre otras, de las que ejercen dichos agentes renegados, degenerados. Es penoso ver cómo, por ignorancia (supongo), se aplican a dicha desvirtuación y corrosión conceptual los mismos que se oponen a ellos y los combaten.
Un país soberano (como España) tiene o adopta la política energética que quiere. Y puede decidir, si le da la gana, no producir nada en absoluto de energía y depender de las compras que pueda hacer donde quiera y pueda o, si le place, tener una política energética preindustrial, alumbrándose con velas o antorchas, calentándose con fogatas y moviéndose con borricas.
Una nación independiente, en virtud de su soberanía puede ser mas o menos energéticamente dependiente o independiente según su suerte, industria o voluntad. Sea cual sea esta política, nunca pierde su soberanía, pues puede cambiarla a otra, cada día si le place, o cuando lo estime oportuno, precisamente, en virtud de dicha soberanía. Eso sí y desde luego, arrostrando las consecuencias. Es estúpido y vergonzoso decir que España necesita tener soberanía energética, pues ya la tiene, y no puede ser de otra forma sin erosionar su derecho a tenerla. Y este derecho no se lo otorga nadie, sino sí misma por su voluntad de tenerla y defenderla cuando sea discutida o amenazada. Es tan absurdo y ridículo hablar de "soberanía energética", como de "soberanía alimenticia", o "agrícola" o "industrial, hídrica o ganadera", por decir algo.
En resumidas cuentas, se puede y debe usar la expresión "independencia energética" y evitar la otra, que no pongo ya más por no hacerle publicidad, a ver si se termina olvidando.
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