viernes, 16 de marzo de 2007

Ilusión: medida de la autenticidad

Ningún goce es comparable al que es "cumplimiento de una ilusión"; es ella la que le da su máxima intensidad, su calidad más alta, precisamente porque lo vincula a la vida, lo introduce en alguna de sus trayectorias, lo identifica al menos con una porción del proyecto personal, hace que en ese goce el yo se encuentre y reconozca a sí mismo en lo que verdaderamente es. No se trata ya de un goce extrínseco, adventicio, impersonal, sino propio, irrenunciable, insustituible.

Julián Marías
Breve tratado de la ilusión

9 comentarios:

australino dijo...

Pues bien, mi querido Odiseo:

Esperemos que este nuevo foro recién lanzado a la telaraña de ceros y unos se convierta en una bonita experiencia de comunicación para todos aquellos que deseen participar.

¡Tenemos mucho por hacer y por descubrir! ¡Mucha suerte a todos!

Anónimo dijo...

Se me ocurre que hay una cierta jerarquía en las ilusiones que tengo. Unas son... digamos gordas y forman parte esencial de mi vida. Otras, en cambio...
de corto alcance más superficiales e inmediatas. Ejemplo de estas últimas serían la ilusión que tengo por que llegue el fin de semana, o las próximas vacaciones,
etc. De las primeras, no diré nada, pues forman el mapa de mi mundo personal y es la clave de quién soy yo. Y no pasa nada por decillo, mas pudoroso que
es uno.
Saludos a todos mis amigos.

Anónimo dijo...

sobre lo que comentó el anónimo, a mí se me ocurre que las ilusiones de ese especimen anonimus huelen a convento y aire viciado de celda sin abrir. Debería este monje salir al mundo abierto, por lo menos una vez al mes. Si no corre peligro de convertirse en nena mimada y consentida, o peor puro espíritu inmaterial desarraigado del plantea Tierra y de su cuerpo material.

Anónimo dijo...

"Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo".
Karl Marx

australino dijo...

Vaya, quizá no se esperaba en este blog recibir un comentario de alguien ilustrado en las ideas de Carlos Marx. Pero merece la pena, de todo se aprende.

Salud y suerte a todos.

Anónimo dijo...

Este chico listo que quiere reformar no sé qué podría empezar por reformarse a sí mismo y aun a su familia, de manera que, si los resultados fuesen óptimos, ya podría emplearse en nosotros sin tanto riesgo. ¿no? Aunque para eso, antes de nada, mejor sería que emplease el tiempo más que en reformar, en formarse, pues seguramente no le vendría nada mal.
Y si quería ponernos una cita de Marx, mejor hubiera sido que la hubiese puesto de Groucho, tan ingenioso como aquél, mucho más gracioso y muchísimo menos pernicioso.

Anónimo dijo...

"Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros".
Groucho Marx

Anónimo dijo...

Ja ja ja. ¿Qué bueno! Pues aquí va otro que viene muy al caso:
 "¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?"

australino dijo...

Vamos a ver, un poco de orden, por favor.

Supongo que todos los que están escribiendo se conocen entre sí. En tal caso, no hay riesgo de ningún tipo. Todos somos amiguitos y santas pascuas.

Y si no nos conocemos, pues utilicen por favor su nick, que no cuesta tanto y siempre es más agradable que dirigirse a un "anónimo" o "anónima".

Han pasado muchos años de la muerte de Carlitos, y aún de la de Groucho. Eso ya no es de lamentar, como sí es la mucho más reciente de nuestro querido Julián. No tengáis miedo de destapar vuestros velos que aquí no agredimos a nadie.

Hasta pronto.